Es importante un buen aislamiento del exterior, así como la colocación de toldos en verano y bajar las persianas durante la noche en invierno. Ventilar solo durante 10 minutos al día para que no se baje o suba la temperatura con la de la calle. Y ajustar el termostato entre 19 y 21 grados durante el día y entre 15 y 17 grados durante la noche.
Para el uso del aire acondicionado es muy importante la calificación energética, pudiendo ahorrar hasta un 40% de energía, así como mantener una temperatura de 24 y 26 grados en verano.
Los ventiladores de techo pueden hacer que se reduzca el uso del aire acondicionado en verano y en invierno existen algunos modelos que permiten mover el aire caliente haciendo que se aproveche mejor el calor de la calefacción.